Los arqueólogos han descubierto algunas de las cuevas
que habitaron nuestros antepasados. Las más antiguase todas es la cueva de
PIKIMACHAY, en Ayacucho. En esta cueva se han encontrado las herramientas de
piedra más antiguas del Perú: los hombres las usaron alrededor del año 13 000
a.C. Estas herramientas corresponden ala primera ocupación de la cueva. Por el
año 10 000 a.c se habitó la cueva de Guitarrero en la Cordillera Negra de
Ancash. Sus ocupantes tenían la costumbre de subir a los glaciares para cazar
y de bajar al fondo del valle del río Santa para
recolectar plantas. En esta cueva se han hallado taladros de madera para
prender fuego, entre muchos otros resto s.Una de las cuevas más conocidas, la
de Lauricocha, en las tierras altas de
Huánuco, fue habitada en el año 8 000a.C. Ahí se enterró a varias
personas, lo que quiere decir que sus moradores creían en la vida más allá de
la muerte. Estos hombres, que se alargaban el cráneo artificialmente, decoraron
su cueva con pinturas rupestres. Hacia el año 7 500 a.c se ocupó una nueva cueva en las alturas de
Tacna.
Luego de algunos años no se sabe bien cuantos, las
bandas bajaron a la Costa siguiendo el curso de los ríos y se
instalaron en los valles. El
medio ambiente costeño abrió nuevas posibilidades para los antiguos peruanos.
Las lomas se convierten en lugares de caza y recolección, y fueron un punto de
encuentro entre los cazadores serranos y los pobladores Costeños. El mar fue otra importante fuente
de recursos para los costeños. De él
extrajeron gran cantidad de peces y mariscos. Para pescarlo fabricaron nuevas
puntas de lecha, anzuelos de hueso, de
concha y de espina de cacto y, además, redes de fibras vegetales. Así como los
cazadores serranos, los antiguos costeños, fuero trashumantes, porque durante el seco verano
de la Costa, subían a la Sierra en busca de animales.
Desgraciadamente, los primeros pobladores de la Selva
no nos han dejado huellas de su paso por la región. Es muy probable que esto se
deba a las condiciones ambientales de este inmenso territorio: la constante
humedad y las lluvias de la Amazonía
impiden la conservación de materiales como la madera, el junco, el hueso y el cuero. El arqueólogo D. Lathrap piensa que los hombres en la Selva
también se dedicaron a la caza y a la recolección, pero que para fabricar sus
herramientas no emplearon piedra, sino huesos y madera. Tal vez sea por esta
razón que no se han encontrado restos materiales. Según este arqueólogo, sus
armas también fueron diferentes, pues
usaron cerbatanas, arcos y flechas, que no fueron empleadas por los
cazadores costeños y serranos, selvático.
La cultura Mochica
Fue descubierta por Max Uhle en 1901. Este arqueólogo
alemán la llamó Proto-Chimú y creía que fue fundada por inmigrantes mayas de
Mesoamérica.
Su foco de desarrollo inicial fue el centro
ceremonial de Moche en el valle del mismo nombre, en La Libertad (Costa Norte
del Perú). Aquí se construyó la famosa Huaca de la Luna donde se adoraba al
dios Aí-Apaec y gobernaba un poderoso Cie-Quich, máximo jefe religioso y
guerrero.
Guerreros mochicas en una danza ritual.
Al desarrollarse esta cultura se conformó una
confederación de señoríos mochicas en los valles de La Libertad, Lambayeque y
Ancash. Cada una era dirigida por un Cie-Quich ayudado por poderosos curacas
llamados alaec. Los centros más importantes fueron Moche y Galindo en La
Libertad y Pampa Grande en Lambayeque.
En toda la costa norte se construyó grandes pirámides
escalonadas de adobe, las que funcionaban como templos, centros administrativos
y comerciales. Las más importantes fueron:
En la Libertad: Huaca de la Luna, Huaca del Sol,
Huaca Cao Viejo (en el complejo El Brujo), Pacatnamú, La Mina y San José de
Moro.
En Lambayeque:
Huaca Rajada de Sipán.
En Ancash:
Pañanmarca
El desarrollo de estos complejos sagrados estuvo
basado en la producción agrícola, la misma que fue posible por la construcción
de una gran red de construcciones hidráulicas, donde destacan el canal de La
Cumbre, el acueducto de Ascope y la
Represa de San José.
Artísticamente, lo más notable de esta cultura es su
producción alfarera. Es muy bella su cerámica escultórica y realista donde
representan rostros humanos (huacos retratos), personas enfermas (huacos
patológicos), escenas sexuales (huacos eróticos). También son notables sus
cantaros pictóricos con una rica iconografía de su vida cotidiana (huacos
documentales). Sus huacos tienen decoración bicromía y el asa estribo.
Otros aspectos notables de su arte son el muralismo y
la orfebrería. Los murales más famosos son la Rebelión de los artefactos, el
Mural de Aí-Apaec y la Danza de los prisioneros. Las muestras orfebres más
importantes pertenecen al Señor de Sipán, un poderoso Cie-Quich de Lambayeque
del siglo V d.C. Su tumba fue descubierta científicamente en la Huaca Rajada,
por Walter Alva en 1987. También es importante el hallazgo de la Señora de Cao,
descubierta en el 2006 por Regulo Jordán en la Huaca Cao Viejo del Valle de
Chicama (La Libertad).
Finalmente destacamos la probable escritura incisa y
pintada en pallares que, según Rafael Larco Hoyle, usaron los mochicas
(escritura pallariforme). Para Julio C. Tello, los pallares marcados son solo
fichas de juegos usados por sacerdotes y guerreros
En los últimos años la arqueología de la costa norte
del Perú, y particularmente la arqueología Mochica, han experimentado un
inusitado desarrollo, especialmente a partir del descubrimiento y excavación de
las tumbas reales de Sipán en 1987. El renovado interés que existe en el
fenómeno Mochica se puede ver en la gran cantidad de investigaciones que hoy se
llevan a cabo (Aceda y Mujica 1994), y en el número de publicaciones sobre
diversos aspectos de este pueblo que aparecen cada año. Este desarrollo no está
basado sólo en recientes descubrimientos, sino que es el resultado del aporte
de una larga tradición de investigadores que comenzó con Max Uhle y Rafael
Larco, y ha continuado con la contribución de un gran número de peruanos y
extranjeros dedicados al estudio de esta sobresaliente sociedad.
Actualmente gran parte de las investigaciones sobre
la cultura Mochica están dedicadas al estudio de tres grandes temas: la
iconografía y la secuencia cerámica, y particularmente la estructura política
regional. Una serie de recientes estudios están tratando de establecer cuántas
regiones, entidades políticas o estados constituyeron el fenómeno Mochica.
Tradicionalmente se aceptaba que los Mochicas fueron a lo largo de su historia
un estado centralizado o una entidad política unificada y monolítica (Figura
1), controlada por una clase gobernante de sacerdotes guerreros desde una
capital ubicada en las Huacas de Moche. Los Mochicas habrían difundido sus
tradiciones a lo largo de un amplio territorio a través de un proceso de
conquista militar. Esta concepción centralizada y expansiva está siendo
cuestionada. Nuevos estudios arqueológicos sugieren que existirían
contemporáneamente al menos dos grandes regiones Mochicas, una norte y otra
sur, separadas por la Pampa de Payán
Paralelamente se están rexaminando las peculiaridades
del desarrollo de las manifestaciones culturales del fenómeno Mochica en
diversas regiones, especialmente en cuanto a su secuencia cerámica. La
secuencia cerámica Mochica de cinco fases, planteada por Larco en 1948 y
confirmada en numerosos estudios de colecciones y trabajos arqueológicos, si
bien útil para explicar la evolución de la cerámica Mochica en la región sur
(en adelante Mochica-Sur), aparentemente no tienen la misma utilidad en la
región norteña del fenómeno Mochica (en adelante Mochica-Norte).
Nuevos descubrimientos y nuevas líneas de
investigación han llevado a cuestionar la existencia de un estado Mochica único
y unificado, y de una sola secuencia cerámica, pero a la vez han reafirmado la
uniformidad de "lo Mochica" como entidad cultural. Es cada vez más
claro que los Mochicas de diversas regiones compartieron a lo largo de su
historia una serie de elementos en común, los cuales evitaron que las
diferentes entidades políticas reconvirtieran en entidades culturales independientes.
Cuando pensamos en los Mochicas nos imaginamos una
sociedad cohesionada, que compartía un ecosistema definido por los valles
costeños de Piura a Nepeña (Donnan 1978) y que estaba expuesta a ciclos de
Niños y sequías. Es muy probable que los Mochicas hablaran una misma lengua,
emparentada con la lengua Muchik (Carrera [1644] 1939); participaran en
ceremonias muy semejantes, como la Ceremonia del Sacrificio (Alva y Donnan
1993) y rindieran culto a los mismos dioses, especialmente Aia Paec (Larco
1948, Castillo 1989). Una compleja jerarquización de la sociedad fue común a
todas las entidades políticas Mochicas (Larco 1938, 1939), mostrándose la
posición de los individuos en todos los aspectos de la vida cotidiana; desde
sus ropajes y joyería, sus armas y literas, los portadores y sirvientes que
tenían, hasta su porte y musculatura que dependía, al fin y al cabo, de su
dieta. Luego de su muerte cada individuo recibía un tratamiento funerario que
reflejaba su posición en la sociedad a través del tipo y tamaño de su tumba y
de los objetos depositados como ofrendas en ella (Castillo y Donnan 1994,
Donnan n.d., Donnan y Mackey 1978). Sabemos también que los señores Mochicas
contaron con artesanos de gran experiencia, capaces de enroscar minúsculas
láminas de oro y hacerlas parecer hilos (Alva y Donnan 1993: Fig. 185), o de
decorar ceramios y paredes con detallados diseños que mostraban ceremonias y
rituales, así como animales silvestres y monstruos sobrenaturales (Uceda, et.
al. 1994; Bonavia 1985; PACEB 1994). También construyeron algunos de los
templos y residencias más suntuosas que se hayan visto en los Andes (Hass
1985). Si bien estos elementos nos hablan de una sociedad compleja y
jerarquizada, son las semejanzas estilísticas de los artefactos producidos en diversas
regiones y bajo distintas administraciones las que nos indican una tradición
compartida y una fuerte interacción entre los Mochicas de diversas regiones.:
Se desarrolló en la costa norte del Perú, en los
valles Moche, Chicama, Virú (departamentos de la Libertad, Lambayeque y parte
de Ancash).
De 100 años a 800 años D.C.
En 1902 por Federico Max Uhle (según este los Mochicas proceden de los
Aztecas y Mayas).
Por el Norte con el río Jequetepeque
(Dpto. de Lambayeque) y por el Sur hasta el río Casma (Ancash) .
Poseían una sociedad muy marcada, formaba por el
Cie-Quich que era el rey, los reyes de pueblos, sacerdotes, y el pueblo y los
esclavos. Su Dios principal era Aia
Paec, Su Idioma era el muchic, Su capital se situaba en el valle de
Moche. Se les considera como los mejores ceramistas de América Pro-Inca
CERÁMICA:
Alcanzaron un notable desarrollo, sus ceramios son
muy expresivos (escenas de la vida diaria).
Emplearon los
colores: rojo indio, marrón, blanco gris y blanco crema.
Eran de forma
escultórica, un ejemplo de ello son los famosos huacos-retratos donde se ve rostros
humanos en sus diversos estados psicológicos (alegría, tristeza, dolor)
Usaron el asa
tipo gollete estribo, la base del huaco era plana.
ARQUITECTURA:
Emplearon el adobe, sus edificaciones eran de forma
piramidal con rampas y escalinatas.
Templos mayormente
con motivos religiosos un ejemplo son las huacas del sol y la luna.
AGRICULTURA
Alcanzó un notable desarrollo, construyeron canales,
reservorios, acueductos que aún se usan.
METALURGIA:
Conocieron
algunas aleaciones, el soldado, hicieron grandes trabajos empleando piedras
preciosas y metales (oro, plata, cobre).
PESCA:
Construyeron
embarcaciones conocidas como caballitos de totora, emplearon redes, anzuelos,
agalleras y arpones.
Pescaban
peces, mariscos y lobos marinos.